viernes, 28 de mayo de 2010

Despertares

- Mamá…….¿atamos? (¿nos levantamos?)

- No, que todavía es pronto, duerme un poco más.

Se pone el chupe y se da media vuelta.

- Mamá agua.

Espera un poquito Teresa, si ya mismo nos levantamos. Ahora bebes.

- Agua, agua, agua, agua!

Me doy por vencida, como tarde un segundo más se pone a llorar y ya no hay posibilidad de ese cuarto de hora más en la cama. Me levanto, voy corriendo a la cocina y vuelvo volando por si acaso se baja de la cama. Bebe agua (todo el vaso) y me vuelvo a tumbar haciéndome la dormida para que no le de por entablar conversación.

Sólo unos minutos después guantazo en la espalda. Yo estaba transpuesta…¿se puede uno dormir tan profundamente en tan corto espacio de tiempo?

- Mamá bibi.

- No, todavía no, duerme un rato más (otras veces ha funcionado)

- Mamá tatos. (zapatos)

- No, Teresa, duérmete.

- Mamá elo (suelo).

- Por favor… duerme un poco más.

Jeje, parece que la he convencido se vuelto a poner el chupete, se acabó la charla.


De nuevo transpuesta.

- Ding-dong.

Casi me perfora el ombligo así que Teresa gana.

- Venga, nos levantamos.

- ¿Co-quéeee? (¿Por qué?)

- Ay Teresa, menos mal que mañana es sábado, está papá y te levantas con él.



3 comentarios:

  1. Jajajaja. Lo que mas gracia me ha hecho ha sido el ding-dong, perfectamente intercambiable por el teléfono o cualquier otro pesao dando el coñazo xDD

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  2. Ja, ja. Cuando un peque quiere levantarse, no hay quien le retenga en la cama. Aunque yo lo consigo haciéndole masajes en la espalda, que le encantan (no obstante, se acabó el volver a dormirte, claro)

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  3. Mi hijo es igual, cuando quiere levantarse no hay forma de pararle.

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