Teresa ya ha cumplido 22 meses. En realidad es poco tiempo y sin embargo parece que llevo toda la vida con ella. Aunque quiera quedarme con todos los detalles de su vida las cosas se olvidan y ahora casi me cuesta acordarme de cómo era cuando no hablaba porque, la verdad, ahora sus conversaciones lo llenan todo. Creo que le es imposible estar callada y a duras penas lo consigue cuando duerme porque también hay momentos en los que habla en sueños.
Su idioma parece estar hecho a mi medida. Entiendo perfectamente todo lo que dice e incluso en ocasiones ante determinadas situaciones intuyo el discurso que vendrá después. Para mí es lo más sencillo del universo y por eso me cuesta creer que haya ocasiones en las que alguien no la entiende, sin embargo no me enfado como ella, que repite y repite lo que quiere decir y va subiendo el tono sintiéndose incomprendida. A veces intervengo y aclaro. En algunas ocasiones durante el fin de semana, cuando yo aprovecho para levantarme más tarde, la escucho contándole alguna cosa a papá una y otra vez mientras él pregunta y pregunta para solucionar el misterio de la frase incomprendida. En ese momento decido que total, no voy a poder coger el sueño y que no hay nada como mediar en un dialogo en que se plantean dudas.
Otras veces, como he dicho, nuestras mentes se conectan y le pido a sus interlocutores que no le recuerden a Bambi, ni siquiera cuando aparezca un cervatillo en la televisión. De lo contrario comenzará un interrogatorio sin fin que se resume básicamente en “¿por qué, por qué homes malos pean tio a mamá?, ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué pean tio?. Llegados a este punto, y si alguien no ha hecho caso de mis advertencias tengo que actuar rápidamente y recordarle a Teresa que la mamá de Bambi se curó finalmente y ahora está abrazada a su retoño, la abrazo y le digo “como nosotras”. Porque sí, porque yo ya sospechaba que había que cambiar algunos finales de cuentos antes de que alguien se lo contase de modo literal.
Qué rica, Nuria, qué pasada!
ResponderEliminarTe mandé un mail, no sé si lo habrás visto, juraria que no me has respondido... ya me dirás.
Un beso.
Nuria, que foto más bonita! Se me cae la baba, como sigas escribiendo cosas tan tiernas cualquier día os hago turtititos a todos. Un besazo y feliz cumplemeses a Teresa.
ResponderEliminarSara A.
Es una gozada y el tiempo pasa volando. Ahora, lo del "por qué?" es para volverse loco..;-)
ResponderEliminarQue Foto mas bonita!! Que guapísma está Teresa.
ResponderEliminarCristina ZR
Me encanta tu nena, me encanta su lengua de trapo, me encanta la foto!!!!
ResponderEliminarEs divina! y me parece la versión en nena de mi Boliche que tampoco se calla ni debajo del agua, y hasta en sueños habla como la tuya.
Son maravillosos.
Felicidades Teresa!
Qué rica es tu niña! Y qué foto tan bonita!
ResponderEliminarSimpática foto llena de ternura.
ResponderEliminarMe gusta la forma en que cuentas tu día a día.
Yo tengo una de 7 años y otra de 9 y cada día es una aventura.
Tu hija es preciosa. Es verdad que el tiempo pasa y no te acuerdas de cuando son más pequeñas, para eso estan las fotos y videos en los que preguntas donde estan esas niñas?.
ResponderEliminarNuria, ME ENCANTA ESTA FOTO, estáis guapísimas las dos.
ResponderEliminarBesos, Rocío.
Que foto mas bonita. Es preciosa.
ResponderEliminarMe parece increible como aprenden a hablar...el mio tiene 18 meses y tampoco para! es como tu dices, no consigo acordarme de como era cuando no hablaba!
El cuento de Bambi es muy cruel, es verdad, no sé como no han hecho una nueva versión!