Organizar un viaje con un bebé es de lo más complicado. Por mucho que anotes cada una de las cosas imprescindibles siempre se acaba olvidando algo. Nuestra pequeña familia está más que acostumbrada a los traslados y en cada domicilio tenemos todo lo necesario para Teresa, es decir, sus cosas por partida doble. Sin embargo, en esta ocasión serán cuatro días en la ciudad donde trabaja papá, a la que no vamos desde que disfruté de mi baja maternal. Así que hay que prepararlo todo minuciosamente para que no se olvide nada además de intentar ser algo organizada para no ir cargada como una burra.
El viaje lo haremos en autobús porque no me atrevo a ir sola con Teresa en el coche al ser el desplazamiento más largo del que ella está acostumbrada y temo que se ponga nerviosa o quién sabe qué cien mil cosas pueden pasar. Así que otra prueba será el bus.
A pesar de todo ya tengo ganas de disfrutar de esos días y sobre todo su papá que está deseando de llevar a Teresa al trabajo para presumir de niña.
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