miércoles, 2 de febrero de 2011

Sobre el desarrollo del lenguaje y las coletillas


Cuando estás cerca de un bebé que comienza poco a poco a adquirir habilidades en el lenguaje es cuando realmente empiezas a ser consciente de lo importante que es el modo en que nosotros, el entorno más cercano, nos comunicamos con él y lo más peligroso, cómo nos comunicamos con el resto del mundo, ya que ellos son esponjas que lo absorben todo y copian o imitan nuestra forma de expresarnos.

Mi preocupación no viene por el uso de tacos o palabras malsonantes, al menos hasta el momento no he tenido que enfrentarme a eso y creo, que no suelen estar presentes en mis conversaciones cotidianas. La cuestión es más de expresiones o frases hechas que se cuelan de manera habitual en mis coloquios. (Y yo sin darme cuenta).

La primera vez que fui consciente de algo así fue gracias a mi sobrino. Él era un bebé que no pronunciaba una sílaba, pero que de repente a los dos años comenzó a hablar hasta por los codos. Yo, que pasaba bastante tiempo con él un día me vi reflejada en uno de sus discursos. No recuerdo con exactitud qué anécdota estaba contando pero sí que lo explicaba como algo de vital importancia, como cualquier suceso para alguien de su edad. La cuestión es que comenzó la perorata con un “Nuria, por Dios”. Y ahí me quedé yo paralizada, siendo consciente de que esa era una expresión robada y meditando sobre el excesivo uso que yo hacía de aquello, que llegó a ser una coletilla recurrente en mis diálogos. En ese momento dije para mí “Por Dios, o este niño pasa demasiado tiempo conmigo o mejor dejo de decir Por Dios”. Lo he intentado, no estoy segura de que lo haya conseguido.

El tema en cuestión, el de las coletillas, que como los amores de Tamara van y vienen, se ha vuelto a repetir con Teresa. Desde hace unos días me he dado cuenta de que suele terminar cada explicación con la pregunta “¿sabes?”. Algunos ejemplos son estos: “Mañana viene papá, ¿fabes?”, “Ya no neno pupa, ¿fabes?” “Yo soy mayor, ¿fabes?”.

En este caso no es que yo acabe así todas mis frases, es más bien que cuando hablo con ella, sin darme cuenta, le suelo reforzar de este modo lo que le cuento, como para hacerla hablar, al menos eso creo, y ella, como esponjita que es, lo copia todo. Así que ahora estoy corrigiéndome a mí misma cada vez que hablamos, no vaya a ser que la confundan con Tamara Falcó.

12 comentarios:

  1. Jeje, creo que las muletillas las usamos todos; la mía es "¿Qué te parece XXX?" y hasta Obi-Wan se parte de risa cuando me la oye decir a algún desconocido.

    Pero digo yo... ¿no sería peor lo de los tacos?

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  2. Muy bueno! Y nos pensamos que no nos oyen. Cuando mi hijo empezó a decir algo así como "chué chué" pensé, de donde lo habrá sacado? pues de mi. Te invito a que leas mi post a propósito de esto: http://anda-si-es-mama.blogspot.com/2010/12/cuando-te-imitan-ellos-tambien-te.html
    un saludo
    Sandra

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  3. Es muy probable que a mi me pase lo mismo. Además yo digo muchos tacos... Creo que es en esos momentos cuando nos vemos reflejados. Ay, qué difícil va a ser esto! jajaja.

    Me encanta Teresa, hace mucho que no subes un vídeo suyo!.

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  4. Que graciosa!! Nosotros tenemos el problema de los tacos, no te das cuenta hasta q me paro y analizo, Ofu que mal hablo. No te preocupes, las coletillas son normales e ira cogiendo las suyas propias!!! Un besazo

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  5. UFF hay k tener un cuidadín del copón... yo lo intento, aunk alguno se me escapa jijiji

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  6. Mi hijo ya ha soltado algún joer pero con d, después de decirlo yo. Tengo q tener mucho cuidado!!!

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  7. Es verdad, hay que tener cuidado! aunque te digo una cosa...ya cogeran sus propias muletillas, colega, tronco, osea...jajajaja

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  8. Hay que tener mucho cuidado porque lo copian todo, mi mediana no hace más que repetirme cuando se me escapa un "mecachis en la mar"...y se pasa un buen rato diciéndolo ella

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  9. Jajaja, es que es una niña muy lista! Me parece que también tuvo una racha de "¿vale?" Y lo graciosa que estaba después de Reyes cuando decía a todo el mundo, enseñando su carrito: "Mía qué chulo"

    Muchos besitos a las dos.

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  10. jajajaja como te entiendo!

    En mi caso sí somos de decir mucho tacos, pero estoy sorprendida de mi misma, y es que en casa el tema lo he cortado radical. Menos mal que tengo el blog para desquitarme jejejejeje

    Desde luego que son esponjas y se pispan de todo. Menudo cuidado hay que tener ahora...

    A Boliche ahora le ha dado por decir, "tío!" mientras te da una palmada en la espalda. O_O
    Y eso sí que no lo ha sacado de casa....

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  11. A mi hijo le pasa igual y casi siempre añade, "vale?". Y bueno, ojito con los tacos...a mi se me escapaba mucho el joé, y claro...

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