De un tiempo a esta parte soy más consciente de cómo va creciendo Teresa. Lo he notado sobre todo en cómo va dejando ver su carácter, que si hasta hace nada esta niña era un remanso de paz, ahora le ha dado por dejarnos claro que de seguir nuestras indicaciones “porque sí” como los burros, nada de nada.
Pero ¿qué me creía yo, que la niña iba a ser toda la vida una dócil y no iba a dejar clara y bien marcada su posición? No sé si por algún momento se me pasó esto por la cabeza teniendo en cuenta el carácter que tenemos su padre y yo (más yo, diría).
Hasta el momento el modo más común que ha encontrado para manifestar su desacuerdo o disconformidad con algo el llamarme tonta a gritos, pero gritos de verdad, de los que se escuchan en todo el vecindario. Supongo que lo hace porque continuamente le estoy diciendo que no me gustan los gritos, así que ella va al grano, donde sabe que molesta. Por suerte, estos episodios se suelen dar cuando está cansada, con lo cual, no hay que negociar mucho porque en poco rato estará dormida.
Me alegra saber que Teresa tiene temperamento, sólo espero que aprenda a canalizar su rabia poco a poco y, sobre todo, que no sea yo siempre el foco de sus ataques.
Pero ¿qué se hace en estas situaciones? A veces me da risa, pero intento contenerme, otras veces me pongo atacada cuando no consigo sacarla de esa espiral de “Tontaaaaaa, tontaaaaa”, incluso he llegado a mostrarme enfadada o triste, pero en realidad no sé que será lo mejor en estos casos. Cuando se le ha pasado hablo con ella y le pregunto si me va a gritar más y siempre contesta “No, era boma” (No, era broma). Por lo que se ve también tiene sentido del humor.
Ay lo que me espera en un añito!!
ResponderEliminarAsí, visto de lejos, pienso: "tiene que estar para comérsela!!" jajaja. Todo pasará, ya lo verás, es una fase que tiene que pasar!.
ResponderEliminarYo cuando mi hijo me llamaba algo que no me gustaba me ponía triste y le decía que eso era algo feo. Que a ver si a él le gustaba que yo le llamase tonto; como me decía que no, le decía "pues a mamá tampoco", y normalmente le convencía...
ResponderEliminarYo no sabría que hacer, no te creas...me lo tomaria con humor supongo, como haces tú, y esperari pacientemente a que se le pasara esta etapa.
ResponderEliminarpaciencia, paciencia y paciencia. Yo estoy hasta el moño de oir la palabrita, la verdad... Es una etapa muy dura, y yo aún no tengo claro si se ha pasado del todo, pero es verdad que va mejorando a medida que se acercan a los tres años. A mí no me llamaba tonta, pero me pegaba y me mordía, que es casi peor, y lo que hacía era castigarle durante un par de minutos mirando a la pared. Al cabo de ese tiempo iba y le preguntaba, Ya has pensado? y él me decía que sí, y que "no lo hacer más", me pedía perdón, un besito y a correr... No sé si es lo ideal, porque el mío lloraba como si lo estuvieran matando durante el castigo, pero el caso es que poco a poco fué dejando de hacerlo.
ResponderEliminarA mi me cuesta muchas veces contener la risa!, mi hija mediana que tiene los tres, también le va eso de tonta cuando se enfada...pero luego le entra la risa !!
ResponderEliminarEl consejo de Laky me ha gustado mucho y con paciencia ira pasando ese etapa, aprenderá a canalizar su genio. A mi también me parece bueno que tenga carácter. Un besazo!!!
ResponderEliminarMenudo genio que se gastan estos enanos! jajajaja
ResponderEliminarEl mío prefiere lo de "mala!!!"
Vaya fieras!!!!
Pues paciencia. Parece que es una fase más de su crecimiento, necesitan el desafío. Tú dale mucho amor, que a eso no se va a poder resistir.
ResponderEliminarUy... que miedo tengo de pensar que mi angelito tambien va a tener que pasar por esa fase...
ResponderEliminarYo soy mama reciente, mi niña tiene 3 meses y medio, aun esta lejos de poder decirme ni tonta ni lista, porque la pobre aun no habla! solo se rie y hace sonidos y pedorretas, pero a mi con eso ya se me cae la baba!
Animo que por lo que parece todo pasa.