No sé si le pasará a otras madres pero la cuestión de procurar un modelo de educación no sexista para mi hija es un tema que me preocupa, mejor dicho, me preocupaba mucho antes y ahora cada día le voy restando importancia.
Como digo era un tema que en principio me traía de cabeza porque no quería fomentar conductas estereotipadas acomodadas al género femenino, propias de los roles que en nuestra sociedad han estado protagonizados tradicionalmente por las mujeres derivados de las tareas relativas a la maternidad (mantenimiento del mundo doméstico, atender el aspecto afectivo familiar y ser el complemento del hombre). Me preocupaba ser un eslabón más en la cadena que perpetúa estas conductas a través de la educación a mi hija y en esto el juego es un factor clave.
Pues bien, una vez más la realidad se impone para darme en las narices demostrando que la maternidad te rompe los esquemas o lo que popularmente viene a recoger el dicho de “cuando seas padre comerás huevos” (que nunca he sabido exactamente qué quería decir pero debe ser algo muy parecido a esto).
En primer lugar creo que mi preocupación se ha ido viniendo abajo por el hecho de que Teresa tiene en casa un modelo palpable de que los papeles asignados al género masculino y femenino se alternan continuamente en nuestra familia. Un ejemplo de esto es que cuando me incorporé al trabajo después de mi baja maternal, papá disfrutaba de algo más de cuatro meses de vacaciones que le convirtieron en el cuidador principal y por tanto el protagonista de “esas tareas propias de la mamá tradicional y ama de casa”. Esto no ha sido un hecho excepcional puesto que a diario las faenas se comparten e intercambian. No quiero que parezca que es una situación idílica pero sí que los conflictos que puedan aparecer tienen más que ver con la pereza y comodidad que con la distribución del trabajo por cuestión de género.
En segundo lugar, la preocupación sobre este tema se va desvaneciendo porque al fin y al cabo, por mucho que en casa promovamos una educación igualitaria, Teresa se encontrará con gente que no entiende este tema del mismo modo. Lo importante es que sea consciente de la riqueza que aportan las diferencias que existen entre hombres y mujeres. Y algo fundamental es que creo que en cuestión de juegos lo que realmente debe primar es que los niños se diviertan y sean ellos mismos quienes tengan libertad para escoger.
Corto ya que me enrollo demasiado. Mi intención hoy era simplemente dejar un video en el que se ve cómo Teresa se lo pasa pipa empujando un carrito de bebé. También es cierto que le gusta empujar todo lo que tenga ruedas, jeje.
Te lo has dicho tu todo. Vamos, que no puedo añadir nada más porque comparto tu conclusión. Con respecto al vídeo, es que me quedo flipada. Cada vez que veo un bebito de estas edades pienso en cuando el mío sea así y me parece impresionante. ¿Qué sientes?!!.
ResponderEliminarComo dice mama cc lo has dicho tu todo. En mi casa tampoco a roles esterotipados, ahora como yo estoy en el paro pues evidentemente hago más cosas dentro de casa pero mi marido también hace cosas. Mi hijo por otro lado, y espero que le dure siempre, le encanta hacer las cosas de casa conmigo. Si pongo una lavadora él tiene que meter la ropa, si hago la cama él la hace conmigo, si mi pongo a limpiar el polvo le tengo que dar otro trapo a él...
ResponderEliminarPor cierto, a mi hijo también le encanta pasear los carritos. Creo que hay una edad en que a todos los niños les gusta.
Jajaja, tienes razón mamácc, yo me lo guiso y yo me lo como... hay poco margen para la opinión. No sabría decirte bien qué se siente es algo así como descubrir poco a poco como se hace alguien con su propia personalidad y carácter.
ResponderEliminarTreintañera a mi hija tamién le gusta colaborar en todo por ahora, jeje
En nuestro caso, las tareas estan distribuidas. Papi plancha, yo pongo lavadora y los dos fregamos los cacharros. Siempre ha sido asi. De todas formas julito nos ha salido limpio, jeje, cuando va a la cocina, n hace mas q pedir la coba, escoba en su idioma...
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo contigo, pero a mi lo que más me preocupa es que alguien ajeno a nosotros puede influir en esas cosas.
ResponderEliminarLlamese mi padre o mi suegro que son los que ponen pegas a que boliche pueda jugar con una muñeca.
Claro que rapidito les he cortado!!!
Que mona está la niña por favor! Pa comersela! Pues yo esto de acuerdo contigo, que jueguen con lo que les apetezca, a mi me da igual, tengo un niño y una niña y se intercambian sus juguetes y a mi eso me encanta. Cre que los niños se quedan sobre todo con lo que ven en su casa, y si hay naturalidad al respecto ellos mismos serán naturales con estos temas.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarAcabo de conocer tu blog y me ha encantado, así que me he hecho seguidora. Espero tener un ratito para ponerme al día con tus entradas!
Aprovecho tambien para invitarte a conocer el mío http://creciendocondavid.blogspot.com/
Un abrazo