Desde el día que llegó Teresa ha habido todo un mundo de emociones que no he sido capaz de transmitirte. Después del parto, de los duros momentos que le siguieron, la estancia en el hospital y nuestra llegada a casa con la consiguiente adaptación… Todo eran cambios para nosotros porque dejamos de ser una pareja para convertirnos para siempre en una familia. De todos esos días que en un principio parecían tan agotadores el mayor recuerdo que tengo es la sensación de quererte, de querer abrazarte continuamente y besarte todo el rato.
Recuerdo cómo buscaba el momento en que Teresa se dormía después de tomar el pecho y me giraba en la cama para poder abrazarte y sentirme más cerca de ti. Ya era consciente de que habíamos logrado algo único, esa suma de dos que daba como resultado tres. Desde entonces siempre he querido decirte que te quiero, que te agradezco tu apoyo en todo momento, tu comprensión y tu ánimo cuando a mí me abrumaba la responsabilidad.
Para David.
Sencilamente: HERMOSÍSIMO!
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